
Película orgullosamente ecuatoriana que cuenta la historia de un médico forense y sus vivencias dentro de su trabajo. Dirigida por Víctor Arregui y con la actuación estelar de Manuel Calisto. Muestra una imagen cruda y gris de las calles de Quito, con un mensaje principal: La inevitable llegada de la muerte.
Sin preocuparse mucho por la estética de la película sino centrándose en el mensaje con buenos diálogos y con una temática muy profunda, Arregui afirma "yo hablo de las cosas que pasan en mi ciudad. En Quito si alguien de un sector popular muere, a nadie le importa".
Tan crudas como las palabras de su director son la imágenes que vemos en este film, que muestra la realidad social ecutoriana.
1 comentario:
Excelente muestra del talento nacional... Se debería dar más apoyo a las producciones ecuatorianas.
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